domingo, 18 de marzo de 2012

LA AGENDA ANIBAL FERNANDEZ




ANÍBAL FERNÁNDEZ (Archivo).




El senador kirchnerista Aníbal Fernández presentó hoy un proyecto de ley que plantea la despenalización del cultivo y tenencia de estupefacientes para consumo personal.
"Buscamos priorizar los derechos humanos de segunda generación: primero atender la salud de quien consume y después atacar el narcotráfico", declaró Fernández en una conferencia de prensa ofrecida esta tarde en el salón "Arturo Illia" del Senado.
El texto busca derogar la actual ley de drogas, número 23.737, que según Fernández "formó parte del fracaso de la política criminal en materia de persecución, represión y sanción de los delitos vinculados al tráfico ilícito de estupefacientes".
Cambios. El artículo 1, inciso a, establece penas para quien "siembre o cultive plantas destinadas a producir o fabricar estupefacientes o guarde semillas de las mismas aptas para tal finalidad", pero el artículo 2 fija que esa acción no será punible cuando se trate de consumo personal.
La acción no será penada cuando haya ausencia de daños a la salud de terceros, escasa cantidad y otras circunstancias de las que surgiera que la droga está destinada al consumo propio. En idénticas condiciones tampoco será punible la adquisión y tenencia para consumo personal, según el artículo 5.
El proyecto. Para leer el proyecto completo en PDF, clic aquí.
En Diputados. En 2010, la ex diputada nacional Cecilia Merchán y Victoria Donda presentaron un proyecto para despenalizar la tenencia para consumo personal y "adecuar" la norma vigente al fallo de la Corte Suprema que en 2009 declaró la inconstitucionalidad de la penalización.
Tras la presentación del proyecto de Fernández, Donda escribió en su cuenta de Twitter: "Celebramos que también el oficialismo haya presentado proyecto de #despenalizacion en el Senado que se suma a los presentados en Diputados".





Aníbal Fernández: "¡Que plan X ni que ocho cuartos, de qué estamos hablando!"

El senador kirchnerista negó la existencia del denominado Proyecto X, que la Gendarmería admitió utilizar para recabar información en protestas sociales
El senador del Frente para la Victoria Aníbal Fernández negó hoy que exista el denominado Proyecto X para recolectar datos de dirigentes sociales, pese a que fue admitido ante la Justicia por el propio jefe de la Gendarmería, Héctor Schenone, y por las pruebas al respecto que existen en la causa.
La misma postura tomada la propia ministra de Defensa, Nilda Garré , de quien depende la Gendarmería.
"No existe", dijo el ex jefe de Gabinete sobre tal proyecto, y desmintió que la fuerza haga "inteligencia", aunque reconoció que "muchas veces" en las protestas hay efectivos que dialogan con quienes encabezan las manifestaciones para "morigerar y eliminar" el conflicto.
Fernández ratificó que "no es política del Gobierno lastimar a nadie" cuando hay protestas. Anets de obtener su banca como diputado en el Congreso, Fernández cumplió funciones ejecutivas como ministro del Interior, de Seguridad y Justicia, y luego jefe de Gabinete. En esas dependencias, tuvo a su cargo a las fuerzas de seguridad.
"No existe eso [del Proyecto X], lo que sucede es que, cuando uno está viendo este tipo de cosas [protestas callejeras o cortes de ruta], se mira quiénes son los que están. Porque muchísimas veces los que están al frente terminan hablando para acordar", dijo el senador antes de protestar: "¡Que plan X ni que ocho cuartos, de qué estamos hablando!".
"Muchas veces uno le pide al personal [de las fuerzas de seguridad] que se acerque para dar lugar a la charla, se charla, se acuerda, se libera un carril. Se va achicando el conflicto, se morigera y se elimina la razón del conflicto", afirmó el legislador en diálogo con Radio 10. "Toda la vida se hizo así, no es un trabajo de inteligencia, es un trabajo inteligente, donde uno trata de acercarse para hacer las cosas bien".
Además del caso de presunto espionaje ilegal de Gendarmería sobre militantes sociales, en las últimas semanas hubo intervenciones policiales en manifestaciones sociales como la represión a vecinos y ambientalistas en la ciudad catamarqueña de Tinogasta que se oponen a la mega minería; y el desalojo violento en la avenida 9 de Julio a ex soldados que fueron movilizados al continente durante la guerra de Malvinas.


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